Aunque se ha comentado que la intensidad y duración de un medicane es inferior a la de un huracán, hay algunos aspectos que los hacen similares. El más significativo es la capacidad de destrucción.
Ambos fenómenos causan la subida de las mareas, anegando las zonas costeras más bajas. Provocan cuantiosos daños materiales y pérdidas económicas. Además, los dos vienen acompañados de fuertes lluvias. Las precipitaciones son abundantes en el caso de los huracanes y torrenciales en el caso del Mediterráneo.
Vehículos arrastrados, vuelos cancelados, cultivos anegados y viviendas derruidas son algunas de las consecuencias del paso de un huracán o de un medicane.